Odisea Asturiana

Las fotos que acabais de ver son las del hotel que os detallo a continuación

Os voy a dar un poco la brasa con mi odisea asturiana pero espero que, por lo menos, os sirva para no picar como yo, como un gilipollas. El miercoles 30 de abril salimos hacia Gijón Estela y yo para pasar el puente del día del trabajador por allá y, de paso, visitar el parque natural del Cabárceno que, dicho sea de paso, es la hostia.

Como ya dije salimos el 30 despues de currar, sobre las 15:30 h. y a las 19:00 h ya estábamos en el super hotel que habíamos reservado, qué hotel chavales, qué hotel. Hice la reserva por la web (mi primer gran error). El hotel era el Príncipe de Asturias. Viendo la WEB es ESPECTACULAR, ¿que no? pues bien, a continuación empiezo a enumerar nuestra odisea. Llegamos y un paleto, con cara de Fernando Alonso y sonrisa de comandante en jefe de todos los gilipollas, nos recibe. El hall del hotel una puta mierda, pero mierda mierda eh!!! nos da una habitación en la 8ª planta y con vistas al mar. Le pregunto si el hotel tiene parking y me dice, muy amablemente, que sí lo tiene; se llama parking Miami y está a 20 m. escasos del hotel. Lo llevo allí y tras dejarlo, el tipo del parking me dice que tengo que pagarles 15 € por dejar el coche allí 24 h., teniendo en cuenta que salíamos para Cantabria al día siguiente no me parecía lógico, pero bueno, primera estafa lista. Subimos a la habitación y tras abrir la puerta... Estela encantada, claro, vistas cojonudísimas, el mar cerquísima... pues eso es lo único destacable de la puta mierda de hotel (si alguno de los que lee esto me puede decir, porque yo lo desconozco, quién es el cabronazo que le pone estrellas a los hoteles se lo agradecería infinitamente para decirle unas palabritas). Os pongo unas fotos para que veais lo que es un hotel de 4 estrellas en Gijón y 113,42 € la noche. Por si no se ve bien en la foto os cuento:

• Suelo enmoquetado y lleno de mierda.
• Paredes con manchas de humedad y sin pintar desde hace siglos porque se ven todos los surcos de los cabeceros de las camas y demás.
• Las cortinas no cerraban bien.
• La instalación eléctrica TEMERARIA.
• La tele parecía de 12" y encima estaba rota.
• No había un puto enchufe donde conectar el portátil.
• La wifi costaba (aún encima) 2 € una hora y, oye, pasados 60 minutos, adiós a la conexión de los generosos de los cojones.
• Las camas duras como piedras. Estaba más blando el suelo pero tenía tanta mierda que daba repelús pasar la noche allí.
• Estaba tan insonorizado como mi coche a 120 por la autopista. Oí toda la puta noche el mar y a todo cuanto borracho pasaba por la calle.
• El precio no incluía desayuno (gracias a Dios).

Total y en resumen. Si vais a Gijón NI SE OS OCURRA ir a este hotel porque, sinceramente, es lo peor que he visto en mi vida.

Menos mal que ya nos fuimos a Cantabria al día siguiente pero ese será otro capítulo que os contaré otro día, por hoy ya está bien de rollos.